El latín es una antigua lengua que se configura como la base de muchas otras, como el español, el italiano, el francés y el portugués, entre otras. Esta lengua encuentra su origen en las cercanías del río Tíber, más específicamente, a unos kilómetros de su desembocadura. Esta región, escasamente habitada durante la Prehistoria, corresponde a la región de Roma, lugar que comenzó a poblarse durante la Edad del Bronce.
Muchísimo tiempo después, el 21 de Abril del año 753 antes de Cristo se funda la ciudad de Roma, ubicada en la región conocida como “Latium”, donde habitaban los “latini”, quienes hablaban en una lengua denominada “latinum”, el latín.
Esta lengua se tornó muy importante por ser la lengua oficial de la antigua República de Roma, sin embargo, con el correr de los años pasó a ser una lengua muerta, es decir, ya no se utiliza como la lengua nativa de ningún pueblo.
El latín dio pie a que a raíz de ella nacieran las lenguas denominadas romance.
A pesar de ser una lengua muerta, la Iglesia continuó utilizándola como lengua litúrgica hasta los años sesenta, cuando se realizó el Concilio Vaticano II.
Fue el idioma oficial del Impero Romano y, por tanto, se habló en grandes partes de Europa y del Norte de Africa .
Se clasifica el latín en diferentes fases:
1) El latín arcaico: ss. III-II a. C.2) El latín clásico: ss. I a. C. - I d. C.3) El latín posclásico4) El latín tardío5) El latín medieval.
Hoy se conoce principalmente el latín culto, que es la lengua literaria. El latín popular (denominado “vulgar”) se conoce a través de obras teatrales y de inscripciones.
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